martes, 29 de noviembre de 2011

Este jueves no abrimos

Este jueves la biblioteca no abrirá sus puertas porque estaremos fuera de la Isla. Volveremos no el jueves 8, que es festivo, sino el viernes 9, en el que tenemos prevista una proyección de cine con posterior debate. Les informaremos en próximas entradas. Y prepárense porque el mes de diciembre viene cargadito de actividades.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Tarde de grandes emociones en torno a Ángel Camacho

El homenaje al dramaturgo Ángel Camacho Cabrera resultó uno de los actos más emotivos y entrañables de cuantos hemos celebrado hasta hoy en nuestra Biblioteca. Don Ángel estuvo arropado por varios miembros de su familia, personas del mundo de la cultura, como el poeta Manuel González Plata, Bejeque, y el escritor Anelio Rodríguez Concepción, alumnos de la Escuela Municipal de Teatro Pilar Rey y muchos amigos que no quisieron perderse este reconocimiento.


Un vídeo estructurado en cinco actos hizo las veces de hilo conductor, con un repaso a la trayectoria, estilo y personalidad de Ángel Camacho. En la grabación pudimos escuchar las intervenciones de Rafael Fernández, profesor de la Universidad de La Laguna, el actor y director Ernesto Galván, la actriz Marisa Lussón, el actor y director Juanjo Parrilla y el director de escena Eloy Díaz de la Barreda, aderezadas por abundante documentación gráfica, fotografías, recortes de prensa, etc. Esperamos poder colgar pronto este interesantísimo documento en Youtube para que todos puedan disfrutarlo.


Tras el primer vídeo, Carlos de León y Antonio Tabares pusieron en escena La mecedora, un magnífico texto que conserva una sorprendente actualidad y que fue muy aplaudido.


A continuación Antonio Abdo ejerció de anfitrión, dando la bienvenida a los asistentes, y dejando bien claro que éste no es un homenaje a una carrera que concluye, sino a una trayectoria que continúa en plena actividad y madurez.

  
Antonio Abdo recordó sus muchos años de amistad y colaboración con Ángel Camacho y leyó además un hermoso texto de Luis Cobiella Cuevas, que quiso de este modo sumarse al acto, al no poder acudir en persona.  

Elena Morales, de la editorial Idea, presentó el volumen que reúne cinco obras dramáticas de Ángel Camacho: El último tren de la noche, Basura, Diálogo de amor imposible, El gozo de vivir y Nena. El público pudo adquirir el libro al finalizar el acto.


Olga Reinoso, alumna de la Escuela Municipal de Teatro, hizo una muy convincente interpretación del divertido monólogo Una intrusa en el cielo, que arrancó repetidas carcajadas del público.

Y por último, el escritor Anelio Rodríguez Concepción mantuvo una amena conversación con Ángel Camacho, en la que repasó el nacimiento de su vocación en su infancia, sus inicios como escritor y su fidelidad al género teatral que ya ha cumplido más de cincuenta años. El público también participó con sus preguntas y sus comentarios.


En definitiva, un acto del que nos sentimos especialmente satisfechos, con un reconocimiento más que merecido a una de las figuras principales de la dramaturgia canaria de las últimas décadas. Queremos agradecer sinceramente a don Ángel Camacho su disponibilidad y la amabilidad mostrada en todo momento, a su familia, que nos ha facilitado enormemente nuestra labor, a todas las personas que se han implicado en su realización y a todos cuantos han querido sumarse a este homenaje.

Al finalizar el acto, Ángel Camacho dedicó varios ejemplares de su último libro. También dedicó un volumen para nuestra biblioteca.

Antonio Tabares y Carlos de León intentaron en vano arrebatarle a don Ángel su mecedora.

Tres figuras clave del teatro canario del último medio siglo: Ángel Camacho, Antonio Abdo y Pilar Rey, al terminar el acto.

lunes, 21 de noviembre de 2011

El homenaje a Ángel Camacho será el jueves a las 8 de la tarde

El acto de homenaje al dramaturgo Ángel Camacho, que celebramos este jueves, será finalmente a las 8 de la tarde, y no a las 7, como se había anunciado en un primer momento. Adoptamos este cambio para favorecer una mayor asistencia, ya que numerosas personas se nos habían manifestado en este sentido. Pedimos disculpas si alguien se puede ver perjudicado por este pequeño retraso. Te esperamos el jueves. Estamos preparando un acto muy emotivo, divertido y de gran interés. ¡No te lo pierdas!

jueves, 17 de noviembre de 2011

El teatro social de Ángel Camacho

El autor y crítico Luis Alemany
Es a comienzos de los años sesenta cuando se produce una prudente renovación teatral, merced al surgimiento de una actividad espectacular más rica, que se apoya en tres pilares: por una parte, la moderada relajación de la censura, que va a permitir ampliar las posibilidades expresivas; en segundo lugar, el enriquecimiento intelectual del teatro, tanto del oficial (...) como del teatro comercial (...); y en última instancia -y muy especialmente- por el surgimiento de grupos escénicos insulares, que pretenden sustituir el tradicional concepto de un teatro de aficionados exclusivamente evasivo, por un incipiente teatro vocacional, que busca el enriquecimiento técnico, ético e intelectual.

[...]

En este caldo de cultivo surgen los primeros autores preocupados por relacionar los espacios insulares con las modernas corrientes teatrales europeas y americanas, los cuales tienen vagamente en común la adopción del realismo crítico como vehículo expresivo. (...) Las posibles coordenadas ideológicas comunes de este grupo de autores dramáticos van mucho más allá de una estricta identificación política o filosófica para inscribirse en un territorio más amplio que aglutina una coincidente preocupación intelectual por el teatro, por el hombre y por la sociedad: una posible toma de conciencia -individual y colectiva- ante la condición humana, alarmantemente deteriorada por los últimos acontecimientos políticos mundiales.

[...]

El autor más representativo de este grupo es Ángel Camacho Cabrera (Santa Cruz de Tenerife, 1935), tanto por su continuidad ininterrumpida, de más de treinta años, con una extensísima producción de una veintena larga de títulos; como por la diversidad de géneros dramáticos transitados; pero -muy especialmente- por la coherencia de su proceso evolutivo, siempre acorde a la marcha ininterrumpida del teatro nacional y mundial. Los inicios de su producción se insertan en la temática social que nos ocupa con Jonatan (estrenada en 1962) y Un cielo de asfalto (estrenada en 1967), planteando en esta última la anulación del individuo por la difícil convivencia familiar y laboral. Esta problemática social no la abandonará nunca totalmente, regresando a ella con Symposium (estrenada en 1973) y Libres o muertos (estrenada en 1992); sin emargo, a partir de 1970 va proyectándose sobre diversas etapas expresivas que se suceden evolutivamente, pero en todas las cuales sigue apareciendo esa originaria voluntad crítica. Una de las más interesantes es la que se acoge a un experimentalismo, próximo al absurdo, con títulos como La mecedora (estrenada en 1972), Los huéspedes (editada en 1977) o La chaqueta (editada en 1981). También le ha dedicado especial atención al teatro infantil, con obras como Herodoto, ¡qué amigo fantástico! (estrenada en 1971) o Querido rey Baltasar (estrenada en 1989); al teatro psicológico, con Nana para unos ojos sin sueño (estrenada en 1986); e incluso a la pantomima con El mosquito, El retrato y Un sobrino terrible (estrenadas conjuntamente en 1967). A pesar de la desigualdad que presenta el conjunto de su obra, tal vez la mayor muestra de fidelidad generacional de este autor reside en el progresivo abandono del realismo crítico inicial para seguir la dinámica evolutiva del fenómeno escénico.

Luis Alemany Colomé
El Teatro en Canarias, notas para una historia
Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, 1996

martes, 15 de noviembre de 2011

El teatro de Ángel Camacho

José Monleón, hombre de teatro
Dos obras de Ángel Camacho, Simposium y Nana por unos ojos sin sueño (...) reafirman no ya la solidez de una vocación, sino la categoría dramática de un autor.

Incluido entre los autores del “teatro social”, es decir, entre los que, durante los años del franquismo, se esforzaron en denunciar una serie de mecanismos del poder, o, simplemente, de conductas de orden político, corre ahora el injusto peligro como tantos autores de su edad y circunstancias, de dársele por acabado por el hecho de haber muerto la Dictadura. Inútil insistir en la falacia de esta generalización. [...]

El caso de Ángel Camacho liga perfectamente con esta reflexión. […] De su teatro no podría decirse que era político, en el sentido más restrictivo del término, pero sí que era un teatro crítico, en el que, detrás de la alegoría, podía advertirse un juicio claro y adverso respecto del sistema social dominante. A veces, como en el caso de La chaqueta, la alegoría se formulaba dentro del estilo de la farsa y de la sátira. Era el suyo, por decirlo con otras palabras, un teatro en el que solía buscarse –y tal vez lo tenía- el “mensaje”, con todo lo que esto puede tener de limitación en la obra dramática.

Por ello, no es extraño que Simposium pareciera, cuando se estrenó en el 73, una pieza especialmente empeñada en “explicar” las causas sociales de la homosexualidad. Reducido su texto original a una versión abreviada, es más que probable que la reducción se hiciera, precisamente, para acentuar el “mensaje” en perjuicio de otras dimensiones del drama. Porque existe, sin duda, la denuncia o el “mensaje” en cuestión, pero la obra es muchísimo más. Incluso me atrevería a escribir que esa denuncia es lo menos válido del drama y que el autor podría muy bien eliminar cuanto la hace explícita. Lo interesante es la capacidad de Ángel Camacho para crear el personaje femenino protagonista y para situarlo en una atmósfera de sordidez y desvalimiento que nos remite al mundo de Tennessee Williams.

[…]

Nana para unos ojos sin sueño resulta así un drama de la condición femenina en una sociedad organizada y dirigida por los hombres. Como en Casa de muñecas, la anécdota es un episodio que permite entender la realidad femenina en términos que van mucho más allá de la historia que se cuenta. Una historia que sólo es, al fin y al cabo, una consecuencia.  

Camacho ha escrito otras muchas obras. Van desde las pantomimas a su divertido Herodoto, ¡qué amigo fantástico!, obra para niños, pasando por piezas breves, como La ejecución, que es algo así como una confesión amarga sobre el decepcionante choque de un autor nuevo con los vicios y rutinas de la práctica escénica.

Muchas comunidades españolas buscan ahora, con su autonomía política, un teatro arraigado en su particular manera de encarar el mundo. Por múltiples razones, Canarias es una de las tierras más lícitamente empeñadas en hacer aflorar las singularidades que derivan de su geografía, de su paisaje y de su historia. Lo ridículo es confundir la identidad con la estampa folklórica. Quizá Camacho sea, además de un autor impregnado de referencias universales, una de las manifestaciones teatrales más claras de la sensibilidad insular, de esa conciencia de lejanía que caracteriza al hombre canario.

José Monleón
Revista Primer Acto, nº198.
Marzo-Abril de 1983

sábado, 12 de noviembre de 2011

Ángel Camacho, un itinerario en tres tiempos

Rafael Fernández, uno de los
mayores estudiosos del teatro canario
Ángel Camacho Cabrera es miembro de aquel grupo que, con inquietudes sociales y críticas, al calor del realismo de época, irrumpe en nuestros teatros catapultado, al decir de Luis Alemany, por "una especie de necesidad generacional, no concertada de antemano, sino que surge espontáneamente [caracterizada por] (...) una coincidente preocupación intelectual por el teatro, por el hombre por la sociedad y por el mundo".

[...]

La obra de Ángel Camacho es un claro ejemplo de lo que Ruiz Ramón denomina el paso del realismo a la alegoría, cambio que se observa en otros autores peninsulares: Lauro Olmo, Muñiz, Martín Recuerda, etc. Éste es un proceso que abarca de 1962 a 1978, aproximadamente. Como muchos escritores teatrales, Camacho se ha adentrado en diversas posibilidades dramáticas y escrito para otros públicos: el café teatro, la pantomima, el teatro infantil (al que tiene especial devoción.) [...] Es interesante comprobar que la alegoría social, polisémica, de Los Huéspedes -presidida por un pesimismo catastrofista- es casi coetánea de Nana para unos ojos sin sueño: la primera estrenada en 1978 y la segunda, escrita en 1977: son los dos polos de la búsqueda de un lenguaje dramático propio.

[...]

El ciclo creativo de Ángel Camacho sería del realismo a la introspección psicológica pasando por la alegoría. Así pues, del realismo más o menos crítico, a la metáfora social y de ésta al adentramiento en los temas en que el hombre busca dar respuesta a esenciales interrogantes de la existencia, encarnados en personajes a los que disecciona con el escalpelo del diálogo introspectivo. Paralelamente, se corresponde a la actitud discursiva, una arquitectura teatral más compleja, más elaborada, cuyo precedente está en Symposium.

[...]

La actual etapa está representada por El último engaño y algunas otras obras más que esperan ver la luz. Los dos rasgos relevantes son: primero, el acercamiento -ya ensayado desde Nana para unos ojos sin sueño- a factores propios de lo que en la década de los sesenta se denominó cultura de los mass media. Es decir, una mayor aproximación a las butacas por claves emocionales y efectistas, que apelan a la complicidad del espectador. Segundo, la búsqueda de la espectacularidad, herencia de la renovación teatral que se cierra en el inicio de los años setenta. Hoy se ha llegado a una etapa de "compromiso", casi ecléctica en cuanto a la defensa de las diversas dramaturgias y del "teatro del cuerpo".

[...]

El teatro de Ángel Camacho ha ido respondiendo -adecuándose como un guante a su mano- a los estímulos que el entorno socio-histórico ha proyectado en su venero creativo. Así, en su largo itinerario nos ha dejado un abigarrado haz de obras.

Rafael Fernández Hernández
Introducción a "El último engaño"
Gobierno de Canarias, 1990

jueves, 10 de noviembre de 2011

José Ramón Fernández, Premio Nacional de Literatura Dramática

Hoy hemos conocido una noticia que nos llena de alegría. El dramaturgo José Ramón Fernández ha sido galardonado con el Premio Nacional de Literatura Dramática, que concede anualmente el Ministerio de Cultura, por su magnífica obra La comedia científica o el café de Negrín. Como ya hemos contado, tuvimos la suerte de recibir a José Ramón Fernández en nuestra Biblioteca, en una visita sorpresa a mediados de abril, y con posterioridad tuvo la amabilidad de enviarnos varias de sus obras. Ahora tenemos una estupenda ocasión para volver a recomendarte la lectura de este formidable autor. ¡Felicidades!

martes, 8 de noviembre de 2011

La alarma de Ángel Camacho Cabrera

Domingo Pérez Minik (1903-1989), el gran
maestro de la crítica literaria
Antes que otra cosa, Ángel Camacho Cabrera es un dramaturgo alarmado. Alarmado por las circunstancias, por el espacio, por la historia, por la duda y hasta por la realidad más próxima. Los timbres de alarma, los silbatos de alarma, los claxons de alarman inundan su escenario del modo más sustancial posible. Incluso, esa alarma puede estar representada por personas, pero asimismo por símbolos o por imágenes. Todo esto quiere decir que este estado de alarma, al fin y al cabo, no viene a ser sino la interpretación a través de la farsa, de la pantomima y del monólogo interior de la crónica que estamos aguantando, la que el dramaturgo ve, siente o verifica, la que él traduce a unas formas teatrales dadas que van desde el absurdo más impuro al alegato más incoherente y al montaje más distanciado. La crítica, la sátira y la censura se dan por añadidura, o, mejor, por el juego metafórico o, simplemente, por la significación de la palabra más inconexa. 

[...]

Nuestro autor tiene una especial preferencia por la farsa, el juego, el símbolo, lo cómico, sin duda, pero ambiguo, equívoco o lúdico. Parece que nos acercamos a una cierta juerga de tablado, un tira la piedra y esconde la mano, una versión muy personal de la situación histórica española, un indiscutible afán crítico de disconformidad, pero al mismo tiempo, un deseo muy reiterado de esa fiesta que puede terminar tirándose los trastos a la cabeza. Lejanas influencias del teatro del absurdo, a veces muy patentes, de Ionesco a Samuel Beckett o Arrabal, o del esperpento y la tragedia grotesca nacional. En resumidas cuentas, Ángel Camacho Cabrera es un dramaturgo de hoy que busca una forma definitiva de ejecución, unas estructuras más suyas y esa indiscutible comunicación con un público mayoritario que está dispuesto a entender todo lo que dice, exhibe o sugiere, con su facilidad de diálogo, el acontecimiento abierto o la respuesta con su connotación contemporánea. Es uno de tantos comediógrafos españoles en régimen de paro forzoso, por tantas razones conocidas, sin subsidio además. De todas maneras, él no se detiene, se representen o no sus obras, y espera el momento de volver al quehacer del escenario cuando las circunstancias sean otras, aquí, en estas islas, con más propicios directores de escena,´las autoridades y el público con la misma mentalidad foránea trasnochada, aunque unos sean de la derecha y otros de la izquierda.

Domingo Pérez Minik
Introducción a "La mecedora", "Los cantos de las sirenas", "Los huéspedes"
Ediciones Nuestro Arte. Santa Cruz de Tenerife, 1977

domingo, 6 de noviembre de 2011

En noviembre, homenaje a Ángel Camacho

La Biblioteca prepara para el último jueves de noviembre, día 24, un acto de homenaje al dramaturgo tinerfeño Ángel Camacho Cabrera, de quien ya hemos hablado en varias ocasiones en nuestro blog. Como es habitual, trabajamos en un acto sencillo pero emotivo, en el que contaremos con la presencia del autor, repasaremos su extensa dedicación al teatro y se interpretarán algunos de sus textos. Con motivo de este homenaje, durante todo este mes dedicaremos especial atención a la obra de Ángel Camacho y analizaremos su amplia y fructífera trayectoria. Y como siempre, te invitamos a leer sus obras, la mayoría de las cuales están a tu disposición en la Biblioteca Antonio Abdo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Don Juan Tenorio en la Biblioteca


El Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma acoge mañana viernes, la representación del clásico de José Zorilla Don Juan Tenorio, en la propuesta escénica de la compañía tinerfeña Timaginas Teatro. Aprovechamos esta cita para echar un vistazo en nuestra Biblioteca a las diferentes publicaciones en torno a Don Juan, que por fortuna son muchas, en buena medida gracias a la contribución del Ministerio de Cultura a través de las publicaciones de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que ha abordado su puesta en escena en repetidas ocasiones, tanto en la versión de Zorrilla, como en la originaria atribuida a Tirso de Molina o la de Molière. Se trata de libros ricamente ilustrados con fotografías de los montajes, lo que también puede ayudar a conocer los diferentes planteamientos escénicos de cada una de las obras. 


También la CNTC ha reflexionado profundamente en torno a mito de Don Juan en dos de sus Cuadernos de Teatro Clásico, con estudios de enorme interés: El mito de Don Juan, que trata de los antecedentes del mito y la visión que de esta figura han tenido distintos autores tanto españoles como extranjeros, y Seis caminos hacia el mito de Don Juan, que analiza con detalle los diferentes montajes de la Compañía a lo largo de su historia. 


Asimismo hay lugar para otros acercamientos más modernos al mito donjuanesco, con textos como La Sombra del Tenorio, de José Luis Alonso de Santos, Don Juan en los infiernos, de Josep Palau i Fabre o Don Juan Último, de Vicente Molina Foix.


Mantenemos nuestras recomendaciones para noviembre y diciembre

Puesto que en estos meses hemos tenido que limitar (muy a pesar nuestro) los días de apertura de la Biblioteca, mantenemos en noviembre y diciembre nuestras recomendaciones dedicadas al mundo de la interpretación y la formación del actor, para que te sea más fácil acceder a ellas. Desde los indispensables textos de Stanislavski hasta los estudios más contemporáneos, la Biblioteca ofrece un amplio apartado teórico para todos los interesados en trabajar el arte actoral, ya sean aficionados o profesionales. Volvemos a indicar algunas de estas recomendaciones:

Konstantin Stanislavski. La construcción del personaje. Fundador en 1897 del Teatro del Arte de Moscú, la figura de Constantin Stanislavski (1863-1937) ocupa un puesto primordial en la reformulación de la labor interpretativa planteada a principios del siglo XX a causa de su empeño en desarrollar una concepción teatral basada en la adecuada ambientación de cada obra y en la preparación psicotécnica del actor. La construcción del personaje, su último libro, fue publicado póstumamente, y el tratamiento de los temas que en él se abordan la caracterización física de los autores, el vestuario, la expresión corporal, la plasticidad del movimiento, la contención y el control, la dicción y el canto, la acentuación y la expresividad, el ritmo en el movimiento y el lenguaje, la ética teatral, etc. da fe de la riqueza de experiencias, el talento didáctico y el sentido dramático del gran actor y director de escena. En la Biblioteca puedes encontrar además un buen número de trabajos teóricos de esta figura clave de la historia de la interpretación

William Layton. ¿Por qué? Trampolín del actor. En esta obra se encierran años de investigación y práctica dedicados a la formación y dirección del actor, pero ello no le daría un valor especial si no fuera también el resultado de una forma de "vivir" el teatro. Este ha sido siempre el objetivo -y la gran lección- de William Layton: desarrollar una técnica que se toma a sí misma como punto de partida y no como dogma de fe, una enseñanza que tiene lugar en un proceso de crecimiento orgánico y que "sólo aspira a indicar un buen camino". Lo que el lector encontrará es un cuidadoso resumen de su proceso didáctico, una técnica que encuentra en su sencillez y claridad sus mayores virtudes, pero también su gran dificultad y desafío. Porque si este "trampolín", instrumento tan fácil de entender como difícil de dominar, se quiere usar con virtuosismo, es decir, "volar" con él requiere, como dice su autor, "meses de trabajo… años de práctica para hacerlo propio", y así estar preparado para "aprender del mejor maestro: el Público".

Declan Donellan. El actor y la diana. Este libro, fruto de la experiencia de Declan Donnellan como director y profesor de actores, se ha convertido en un texto imprescindible para profesionales y estudiantes de interpretación. La propuesta de Donnellan es simple pero contundente: es la generalización, la falta de una diana precisa, lo que conduce al actor al bloqueo. A través de una serie de reflexiones, ejemplos y ejercicios de gran amenidad y concisión, el autor nos enseña a vencer al bloqueo para conseguir una actuación fluida y libre. «Estos nuevos consejos a los actores diseccionan toda trivialidad sobre la actua­ción, dibujando a cambio soluciones específicas radiantes y novedosas. Desde el placer y el humor de su escritura, Declan Donnellan conduce sutilmente a los jóvenes actores hacia una conciencia del proceso vivo que se oculta tras su trabajo. Como evidencia nos presenta ese valioso territorio del pensamiento y de la intuición que ha hecho suyo a través de la experiencia directa.»

Michael Chejov. Sobre la técnica de la actuación. Las enseñanzas de Michael Chejov, sobrino de Anton Chejov, han ejercido una gran influencia en los actores de muchos países. Su sistema de interpretación rechaza el abuso de psicologismo y se apoya sobre todo, en la creación en la mente del actor de imágenes interiores, frecuentemente abstractas, y en la actividad física para generar. Un libro sobre el aprendizaje teatral escrito por uno de los pedagogos más importantes del siglo.


Augusto Boal. Juegos para actores y no actores. Un libro valioso para todas las personas interesadas en la aplicación de técnicas teatrales en todas las actividades humanísticas: psicología y psicoterapia, arte y educación, trabajo social y político. Nacido en Río de Janeiro en 1931, Augusto Boal es autor de varios libros sobre técnica teatral, entre los que, además de éste Juegos para actores y no actores, figura Teatro del oprimido que también puedes encontrar en nuestra Biblioteca. Dirigió un centro de Teatro del Oprimido en París y otro en Río de Janeiro. Fue premiado por la UNESCO, las Universidades de Nebraska, Göteborg, el Instituto de Teatro de Puebla (México) y l''Institut de Teatre de Barcelona. Murió en su ciudad natal en  2009.

Cicely Berry. La voz y el actor. Método de aprendizaje y producción vocal que Cicely Berry utiliza en la mítica Royal Shakespeare Company; un auténtico referente de la formación vocal para directores y actores teatrales que desde hace décadas, aporta ejercicios para el desarrollo de la relajación y el control de la respiración que permiten optimizar los recursos vocales para actores profesionales y oradores. La voz y el actor es indispensable para aproximarse al texto hablado o recitado y dotarlo de verdad y corporeidad personal.

23 Monólogos para ejercicios. Selección de Alberto Miralles. Una nutrida selección de monólogos extraídos de las obras fundamentales de la historia del teatro español, desde los clásicos, como Lope de Vega, Calderón y Tirso hasta autores aún en activo como Fermín Cabal, José Sanchis Sinisterra o Ignacio Amestoy, pasando por supuesto por Valle Inclán, García Lorca, Buero Vallejo o Rodríguez Méndez. Cada uno de los texto viene acompañado de un comentario explicativo a cargo de directores de escena de la talla de Miguel Narros o José Luis Alonso y de intérpretes como Nuria Espert o Concha Velasco.